Mí nombre es Nancy.
Siempre doy gracias a Dios, por haber nacido en un hogar cristiano.
La buena noticia ( del evangelio) vino a través de mí abuela materna Dios transformó su vida y ella se encargo de predicarles a sus hijas.
Desde niña hasta el día de hoy siempre he visto el cuidado y la protección de Dios.
Mis padres se conocen en la iglesia, se casan y ya llevan 55 años de casados, tengo 2 hermanos varones.
Hemos pasado por distintas circunstancias económicas, falta de vivienda, pero Dios siempre estuvo y está con nosotros.
Dios sano a mí hermano a los 2 años de edad de convulsiones, según los médicos debía tomar medicación de por vida. Dios obró un milagro.
Mis padres nos enseñaron a amar a Dios, y con su ejemplo a servir a Dios y fue lo que siempre hicimos desde niños.
Yo a los 16 años, sirviendo a Dios en un aire libre (repartiamos literatura) conozco al que luego sería mi marido.
Mí papá desde muy pequeña oraba por él que sería mi esposo.
Mí esposo Gastón era Uruguayo, el vino desde allí en busca de algo, y aquí se encontró, con el Dios vivo, el cual cambió su vida y la transformó, le dio lo que él necesitaba amor, gozo, paz y descubrió un padre que lo amaba con amor eterno.
En 2 años nos casamos, y de novios y casados siempre servimos a Dios, íbamos los domingos al neurosiquíatrico Borda, muchos aceptaron a Cristo como su Salvador.
Dios nos dio dos hijas a las cuales les enseñamos a amar a Dios y servirle.
Dios nos traslada a Villa Rosa,(vivíamos en Olivos) digo Dios porque realmente Dios nos trajo a éste lugar para bendecirnos, ya que nosotros alquilábamos y Dios nos dió el regalo y la oportunidad de tener un terreno, poder hacer la casa
Dios proveyó y continúa haciéndolo.
Tuvimos un buen matrimonio, eramos muy diferentes los dos pero como Dios era el centro en nosotros todo iba bien.
Para nosotros con servir a Dios ya estaba.
Pero Dios tenía y tiene más para nuestras vidas.
El fue Profeta así Dios lo dispuso y yo soy Maestra (en la Palabra de Dios), un día un Profeta me hizo ver en segundos el amor de Dios hacia mi vida, muchas veces no nos imaginamos el gran amor que Dios nos tiene, en segundos me mostró como Dios guardo mí vida, en varias oportunidades pero las que más recuerdo es un accidente en auto y Dios me guardo, solo yo salí accidentada y otra vez en un asalto me apuntaron y Dios no permitió que saliera la bala.
Dios me dijo te guarde siempre.
Y cuando Dios me llama también me dio el Don y la gracia para enseñar, la revelación en su palabra para enseñar e impartir lo que El me da para dar.
Enseñar de El es mucha responsabilidad, siempre veo su mano sobre mí.
Tuve a mí lado, un sacerdote en el hogar, buen compañero buen padre. Él le sirvió a Dios hasta sus últimos días.
El partió, va hacer 3 años, pero como dijo Job » Dios dio, Dios quito sea el glorificado».
Y realmente es la mano de Dios que me levanta, sostiene cada día, y agradecida a los hermanos del cuerpo de Cristo, que son de gran sostén, ayuda y compañerismo.
La mano de Dios sigue bendiciéndome cada día y se que lo hará hasta el día que sea llamada a su presencia.
Mientras este aquí le serviré al Dios vivo.
Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas ,sin faltar una de ellas.
Salmos 139:16
Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan.
Salmos 37:25
Les comparto estos dos textos bíblicos…
Porque realmente es así, vi el obrar de Dios en mí vida, familia y lo cumplirá en mis próximas generaciones. Amén!!!