Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis;
(Amós 5:4)
«Luchad, y puede que muráis. Huid y viviréis… un tiempo al menos. Puede que nos
quiten la vida, pero jamás nos quitarán… ¡¡La libertad!!» (William Wallas).
Dios sabe por lo que has estado atravesando; sabe
de tu anhelo por mantenerte fiel en tu servicio de
adoración y devoción a Él. Pero por sobre todo sabe de
vos, sí Él sabe de vos. Sabe que han ocurrido cosas
inesperadas en tu vida que no esperabas,
circunstancias tentadoras que amenazaban con tu
bienestar personal, tu estabilidad física y emocional y
que no has sabido qué hacer y cómo lidiar con ellas.
Has tratado de evitarlas, pero te has mantenido en
aquel lugar, en aquella posición cuando en verdad
debiste haber huido de ella. Cuando la tentación llega,
correr a la torre fuerte no está mal; de hecho es lo que
deberíamos hacer, pero no si la torre está ubicada en
el mismo terreno que la tentación. Déjame explicarme.
La tentación puede alcanzarte ahí mismo dónde estés
incluso si estás dentro de una iglesia. Estar en la casa
del Señor no te exime de ser alcanzado por ella,
créeme que puedes llegar a creer que puedes estar en
el lugar más seguro y aún así estar en peligro. Cuando
la tentación llega “¡Debes huir! ¡Sal de allí, no sólo te
alejes, Corre! dice el predicador Rick Warren en un
artículo sobre el mismo tema. ¡Huye!. Huye de las
pasiones, huye del pecado, huye de la fornicación, huye de lo que va en contra de toda enseñanza
contraria a la verdad de Dios. ¡Huye! Puede que al
hacerlo pierdas todo por lo que has luchado, pero
habrás alcanzado tu libertad. https://www.idisciple.org/post/no-luches-contra-la-tentaci-n-huye-de-ella-