AP. ALBERTO GALLO
Bienvenidos a todos, estaba pensando mientras estaba sentado ahí hacerles algunas preguntas, no le pido que me responda pero sí que se haga usted la pregunta para ¿Qué vine hoy? Algunos dirán: Vi luz y entre, oh dirán no sé por costumbre, otros dirán yo vine en busca de una bendición para mi vida, vine en busca de una respuesta, vine en busca de consuelo, otros dirán: yo vine pero espero que no me tiren las orejas, que no me reten, pero cada vez que nos disponemos a venir a la casa de Dios, tendríamos que hacernos esa pregunta ¿Para qué voy hoy? voy en busca de encontrarme con el Señor, voy en busca de que él me direccione, que él me hable, que él me consuele ¿Realmente tengo mi corazón dispuesto a que él haga algo, que haga una obra en mi vida? porque imagínese que usted va al médico y le dice ¿Qué le duele? -No sé es costumbre, por costumbre viene; seguramente no va a recibir nada del médico le va a decir: usted se equivocó tiene que ir al psicólogo o al siquiatra depende como esté, porque si vino y no sabe por qué vino entonces mire si Dios te pregunta hoy y te dice ¿Para qué viniste, qué quieres, qué viniste a buscar, qué estás esperando es que yo te dé?
Y si yo iría por cada uno y le pondría al micrófono y le diga: ¿Para qué viniste vos? No sé el pastor de los músicos me llamó y sé que tengo que estar, claro que por ahí decimos yo vine a adorar a Dios, ¡Está bien! ¿Lo adoraste, tocaste el corazón de Dios? o simplemente cantaste; y creo que tenemos que empezar a hacernos esas preguntas ¿Para qué Leo la Biblia? Será como el horóscopo que busco haber algo que me diga que me va a ir bien, y a lo mejor lo que el Señor te dice no te va a gustar, pero sabe que Dios es muy misericordioso, sabe que Dios es amor, pero si no venimos nosotros con esa expectativa, difícilmente que recibamos algo del Señor, si nos hemos acostumbrado a una reunión, nos hemos acostumbrado a escuchar una palabra y no venimos realmente con hambre y sed de Dios no vamos a poder ser saciados.
Por eso mire para algunos un pedazo de pan duro es un manjar, para otros miran un manjar dice no la verdad que no, no tengo tantas ganas de comer, ¿Por qué para algunos el pan duro es un manjar? Porque tienen hambre, ¿Por qué para otros un manjar ni siquiera tienen ganas de comerlo? Porque no tienen hambre, y ¿Usted tiene hambre y sed de Dios? Porque si tiene hambre y sed de Dios va a salir saciado, Dios nunca te va a dejar ir con hambre, nunca te va a dejar ir con sed, puede ser que Dios te ponga el manjar ahí adelante, o que Dios te dé los ingredientes para que luego prepares tu mejor manjar; y qué lindo es poder salir saciado de la presencia del Señor.
Vamos a leer la palabra en Isaías 55, todo este fin de semana vamos a estar hablando de agua de vida o fuente inagotable, así que le pido que esté atento los 3 días, porque cada día va a ir añadiendo algo más, así que usted va a comer en entrada, plato principal y postre, no hoy; hoy vamos con la entrada, mañana tenemos un plato principal y el domingo el Señor tiene preparado el postre.
Isaías 55 del 1 – 3: A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que nos sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.
A veces para poder entender lo que Dios no quiere hablar, tenemos que ver bien todo el contexto de la Palabra, en Isaías 53 ahí tenemos el gran mensaje y poderoso mensaje del gran precio que se pagó por vos y por mí, allí en la Cruz del calvario, ahí dice que él llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por sus llagas fuimos nosotros curados, entonces es un capítulo maravilloso es decir ¡Wow! qué tremendo lo que Señor ya hizo por nosotros; pero en el 54 nos relata del amor eterno que Dios tiene por Israel, por su pueblo escogido, ese amor eterno que el Señor ya manifestó, porque la obra ya está hecha, ¡Toda la obra ya está hecha! También en el capítulo 54 no solo habla del amor eterno que Dios tiene sobre Israel, sino también habla de la esperanza del Nuevo Pacto para toda la humanidad, para que todo aquel que en él cree no se pierda, más tenga vida eterna.
Entonces, por un lado está todo el sacrificio de Cristo, por otro lado Dios muestra su amor eterno por Israel, y su amor eterno por la Iglesia y por la humanidad; y en el 55 él nos hace una invitación: ¡Vengan a las aguas! Si no tienen dinero vengan y compren gratuitamente, vengan y compren sin precio vino y leche, ahora usted está diciendo: ¿Cómo va a comprar sin precio? Porque mire lo que Dios te da no le podemos poner ningún precio, por eso dice gratuitamente; la salvación es gratuita, vos y yo no hacemos, ni hicimos, ni vamos a hacer nada por nuestra salvación, tenemos que creer y al que cree es salvo, y todo es posible después.
Pero hay un llamado de Dios, “Vengan”; una invitación más que un llamado, “una invitación” Dios te está invitando, yo no sé si usted le gustan las invitaciones; pero esta es una gran invitación, no solamente para nosotros para toda la humanidad, porque Cristo murió para que todo aquel que en él cree no se pierda más tenga vida eterna. Acá nos habla de cuatro elementos: el agua, el pan, el vino, y la leche; me acuerdo hace muchos años cuando lleve a un compañero de trabajo por primera vez a la iglesia, y mi Pastor predicó este pasaje, y él se fue contento, -mire, mire por lo que le habló el Señor- no, Dios te habla por lo que él quiere, lo único que entendió el de la Palabra dice: Estoy de acuerdo con tu Pastor, justo antes de venir compré vino y leche, algo había escuchado.
En el libro de Apocalipsis hay una invitación muy importante de Dios; en Apocalipsis: 22: 17: El Espíritu y la esposa dicen: ¡Ven! y el que oye diga ¡Ven! y el que tiene sed ¡Venga! y el que quiera tome del agua de la vida gratuitamente.
Lo que Dios te ofrece es gratuito, y acá está involucrado Padre, Hijo y Espíritu Santo, “La Trinidad” está de acuerdo hay una triple invitación aquí, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, ellos no trabajan en forma independiente, trabajan colaborando el uno con el otro; en el Antiguo Testamento vemos al Padre obrando, pero el Hijo y el Espíritu estaban con él; en el Nuevo Testamento cuando empieza el nuevo pacto, vemos al Hijo obrando pero no obraba solo, en el bautismo vemos que estaba la voz del Padre y fue lleno del Espíritu; y le dijo a la iglesia que iba a enviar un consolador, que iba a enviar al Espíritu Santo para que esté con nosotros y en nosotros, y hoy es el tiempo del Espíritu Santo; y el Espíritu Santo te está llamando, te está invitando, pero no está aparte del Hijo y del Padre los Tres nos están haciendo una invitación y nos dicen: ¡Ven a las aguas!
Sé que tienes sed -hay un coro que dice: “No te dejaré, tus lágrimas vi en la densa noche, y por esas lágrimas mi vida yo entregué por ti”; por eso en esta triple invitación el pasaje expresa estos cuatro artículos: Primero el agua que es indispensable para la vida, por otro lado el pan que es un alimento básico, y el vino que representa la alegría y el gozo del Espíritu Santo que alegra siempre el corazón, y la leche que representa la Palabra de Dios no adulterada para que por ella crezcamos para salvación, por eso no aceptar esta invitación de Dios, de acercarnos a él; y que él tiene todo lo que usted y yo necesitamos, en estos cuatro elementos está todo lo que la humanidad necesita.
Él es el pan de vida, “el pan de vida es Cristo”, “la luz del mundo es el Señor”, pero también es el agua que sacia mi sed, pero también el que alegra mi corazón con su presencia por eso derramó su Espíritu Santo, y encuentro en la Palabra de Dios la leche espiritual no adulterada, no rebajada; por eso hay que leer la Palabra tal cual está, no busque rebajarla, mezclarla, créala tal cual está y la Palabra producirá las bendiciones que usted necesita; por eso no aceptar esta gran invitación, es como dejar pasar la oportunidad, quizá hoy es tu día de oportunidad, quizás hoy viniste a la iglesia y te sentaste y recibiste y te sentís medianamente cómodo; pero ¡Hoy es el día de tu oportunidad! Y sabes qué es lo maravilloso que no te va a costar nada, pero también te va a costar todo!! Como dice ese himno: “Todo a Cristo yo me rindo, con el fin de serle fiel” ¡¡¡Aleluya!!!
El precio ya fue pagado; el precio de tu paz fue pagado, el precio de tu salud ya fue pagado, el precio de tu alegría ya fue pagado, el precio de tu salvación ya fue pagado, la deuda ya fue cancelada, el acta de decreto que había en contra de nuestra vida, Cristo la clavó y la exhibió públicamente allí en la Cruz, así que el diablo no te puede acusar de nada, no te puede pasar factura de nada, ¡Porque todo está pago en el nombre de Jesús!; no es porque te portas bien, no es porque te portas mal, no es porque oras demasiado, no es porque no harás nada. Claro que te beneficia obedecer, claro que te beneficia tener una vida de comunión con Dios, pero eso no hace que Dios sea más bueno con vos, porque Dios fue bueno aun cuando estábamos muertos en delitos y pecados; y el agua es indispensable para la vida, el pan es un alimento que es básico, por otro lado el vino alegra el corazón, -algunos les gusta lo del vino-, vos tomas vino, pero que el vino no te tome a vos. La Biblia dice: ¡No te embriagues! -Así que ojito porque no tenés excusa delante del Señor; y la leche también un alimento importante para el crecimiento, por eso lee la Palabra, come de la Palabra, medita en la Palabra de día y de noche y no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra.
Sí estos elementos son básicos e indispensables, mucho más es Cristo indispensable para la vida del ser humano, sin Cristo no hay salvación, sin Cristo no hay paz, sin Cristo no hay absolutamente nada, no hay esperanza, no hay alegría, por eso el mundo está como está porque la gente está buscando en distintas cosas, saciarse. -Mire a mí me pasa muchas veces que tomo otro tipo de bebidas, gaseosa y cosas por el estilo o jugos, pero hay un momento donde mi cuerpo tiene sed de agua, y tengo sed de agua-, porque el agua lo único que está sacia; y si el agua natural sacia la sed, cuánto más mi Cristo puede saciar tu vida esta noche.
Mire todo lo demás carece de propósito, por eso la gente va de un lado para el otro buscando soluciones, buscando prosperar, buscando ser sanado, buscando felicidad, pero la felicidad es Cristo, la alegría es Cristo, la salvación es Cristo, la salud es Cristo, la armonía en tu casa es Cristo, ¡Cristo nos da vida y vida abundante! Por eso dice claramente este pasaje, ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, por qué gastar tu vida tratando de saciarte con cosas que no te van a saciar? te pueden entregar el mundo entero, puedes tener todos los placeres del mundo, y cuando los tengas te darás cuenta que no estás saciado. Cuando no lo tienes claro te parece que eso te va a saciar, lo otro te va a saciar, aquello te va a saciar, y si yo voy para allá me va a saciar; alguno dice: Si soy famoso me voy a sentir bien, y muchos ya son famosos y hasta se han quitado la vida porque la fama no les dio la paz ni la felicidad; el dinero, bueno está bien dice que calma los nervios, pero no te da la felicidad.
Pero Cristo es verdadera comida, Cristo es verdadera bebida, Cristo es verdadero remedio, ¡¡¡Cristo, Cristo, Cristo y solo Cristo!!! Por eso también dice ¿Por qué gastas el dinero, gastas todo tu esfuerzo en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no te sacia? Dice: Oírme atentamente y comed del bien y se deleitará vuestra alma con grosura, inclina vuestro oído y venid a mí dice el Señor, oíd y vivirá vuestra alma y haré con vosotros pacto eterno las misericordias firmes a David.
No hay nada más importante que estar con Cristo, no hay nada más importante que tener un encuentro genuino con él, yo entiendo a los jóvenes porque también fui joven algún tiempo, y conocí a Cristo siendo joven teniendo 19 años, y nada de lo que había vivido hasta ese momento había saciado mi vida, solo cuando llegué a Cristo, por qué sabe una cosa él me buscó a mí yo no lo busqué a él; él buscó y preparó todo de tal manera que algún día yo pudiera estar donde estaba su presencia, y fue suficiente para que nunca más me aparte de él; si vos estás aquí o estás conectado escuchando es que viniste a él, él te trajo a él, porque él ve tu dolor, ve tu sufrimiento, tu estancamiento, que haces un paso para adelante y 3 para atrás, y qué vas con tus fuerzas, pero con tu mano en la mano de aquel que calmó los vientos, en el en la mano de aquel que calmó la tempestad del mar, en la mano de aquel qué hizo todo nuevo, porque una vez que Cristo murió y resucitó por eso hay un antes de Cristo y un después de Cristo; no hay un antes de mahoma, ni un después de mahoma, pero sí hay un antes de Cristo y un después de Cristo; él cambió la historia de la humanidad, cambió el destino de la humanidad, por eso dice ven, ven a deleitarte en él, ven a tener paz con él, Él tiene todo lo que necesitas para la vida y no solamente Dios tiene todo lo que vos necesitás para la vida, sino que también tiene todo lo que necesitas para después de la vida, porque él tiene vida eterna para dar.
Inclina vuestro oído y venid a mí, oíd y vivirá vuestra alma, -pero yo no estoy muerto- mire su alma puede estar sufriendo tremendas cosas en este momento, te sentís solo a pesar de estar rodeado, te sentís confundido, te sentís estancado, estás depresivo y que nadie te entiende, sentís que vos sos bueno pero las cosas no te funcionan, pero el Señor te dice: “Yo tengo misericordias firmes para darte”, sabe lo que es la misericordia, el deseo constante de Dios de perdonar a la humanidad, y usted que es un hijo de Dios, usted está aquí escuchando la Palabra, no solamente consuma la Palabra porque usted quiere estar bien, Dios dice: “Te bendeciré, pero para que tengas un propósito en la vida, y seas de bendición para otros”; piense por un momento a ver ¿A quién le fui de bendición esta semana, a quién le dí una palabra de consuelo, a quién por lo menos exhorté y le dije no hagas esto porque te va a ir mal, a quién le dí un pedazo de pan, a quién le compartí aunque sea un momento en silencio al lado? No, no estaba tan preocupado por mis cosas que no tuve tiempo de hablar con nadie, ¿Ni siquiera tuviste tiempo de orar por alguien?
Entonces oídme, inclinad vuestro oído, voy a hacer pacto eterno con tu vida, que las misericordias se van a renovar cada mañana, cada mañana mis misericordias van a ser nuevas, pero no solo para vos; te voy a bendecir para que seas de bendición para otro, te voy a bendecir para que seas de bendición para otro, te voy a bendecir, te voy a dar paz para que seas un pacificador con otro, te voy a dar salud para que puedas ir a visitar a los enfermos, ¡Wow! ¿Habrá alguien que pueda decirle hoy, Señor te necesito, me di cuenta que muchas veces soy egoísta, quiero para mí, quiero para mí, quiero para mí y mi pequeño problemita lo veo tan gigante, que no tengo tiempo de hablar con aquellos que realmente no tienen a quién acudir.
Hay una misericordia eterna para Israel, hay una obra que ya está completa porque Cristo dijo: ¡Consumado es, hecho está! Pero ahora hay una invitación: ¿Tenés sed de mí? ¡Yo te puedo saciar! Pero te voy a saciar para que vayas a saciar a otro, te voy a perdonar para que vayas a perdonar a otro, te voy a amar para que vayas a amar a otro. Había un coro que cantábamos hace muchos años atrás, mayormente para las campañas, que decía: “Cristo te necesita” – pregúnteme ¿Para qué?- para que Ames a otro, y no que te la pases delante del espejo: yo me amo, yo me amo, ¡No apóstol yo no me la paso durante el espejo diciendo: yo me amo! Pero a veces cuando no le hablamos a nadie del amor de Dios, cuando solo nos ocupamos de nuestras cosas, y no tenemos tiempo tan siquiera para poner a alguien delante de la presencia de Dios, -Señor no sé qué puede estar pasando pero trajiste memoria tal hermano yo lo pongo delante de tu presencia, no sé lo que necesita pero sé que tú puedes llegar aunque yo no pueda ir- y el otro algún día lo va a encontrar usted y le va a decir: Vos no sabes lo que tuve pasando la otra vez, me estaba pasando algo así y de repente quedé libre, y no le diga usted, porque llore por vos, porque así como usted oró debe haber otros que el Espíritu Santo también le puso el deseo de orar para librar a esa persona, usted diga ¡Gracias Señor! porque fue respondida la oración, gracias porque te hice caso, gracias por qué dejé de hacer lo que estaba haciendo para orar por esa necesidad que tú pusiste en mi corazón.
Dios quiere usarte, pero antes de usarte quiere bendecirte, pero la bendición de Dios solo está para los que tienen hambre y sed del Señor, porque la bendición está para toda la humanidad, ¿Sabía usted que Cristo murió para que todos sean salvos? Porque de tal manera Dios amo al mundo, para que todo aquel que en él cree, no se pierda más tenga vida eterna, pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas, por eso mucha gente no quiere venir a los pies de Cristo, porque sabe que se va a manifestar lo que verdaderamente hay en su corazón; por eso hermano mire le aliento, acá tenemos un folleto para este fin de semana, ustedes lléveselo entrégueselo a alguien, después déjelo que el Espíritu Santo haga la obra, y si lo quiere invitar, invítelo y si lo puede ir a buscar vaya a buscarlo y acompáñelo y tráigalo a la presencia del Señor, después Dios se encargará y no desfallezcas si ya lo invitó 1 año y no vino, lo invitó 2 años y no vino, lo invitó 3 años y no vino, lo invitó 4 años y no vino, porque a mí me invitaron durante 5 años hasta que llegue al camino del Señor, y doy gracias por la oración y la perseverancia de los que me invitaban, porque hay gente que quizás lo invitas y enseguida queda libre, y hay otros que el enemigo sabe que Dios tiene propósitos eternos, y qué va a tratar de hacer todo lo posible para que esté rodeado, porque si lo llega a agarrar a este, este le va a predicar a todo el mundo, y si bien tardé 5 años casi en llegar a la iglesia, pero hace 49 que estoy predicando la palabra del Señor, 40 con el Ministerio, pero a los pocos días que yo me convertí ya estaba predicando la palabra del Señor.
Así que el enemigo por eso no me quería soltar, gracias a Dios y aplaudo a aquellos que oraron por mí, aquellos que tuvieron paciencia, aquellos que esperaron, hasta que me vieron entrar a los pies de Cristo y rendir mi vida él; si también tú te has rendido hermano, tú no sabes a quien puedes traer este fin de semana, puede ser la gran persona que Dios levantará para obrar milagros y maravillas, no te detengas ora por tu hijo, ora por tu vecino, ora, ora, ora y no desmayes porque Dios quiere usarte para su gloria.
Y la invitación es: ¡Venid! Vengan a las aguas, lo que Dios te quiere dar hoy no es por tu mérito, no es porque yo me lo merezco o vos te lo mereces, es gratuitamente, él quiere llenarte de su amor, quiere llenarte de su paz, quiere renovarte, fortalecerte. Por eso el Espíritu y la esposa dicen ¡Ven! y el que oye diga: ¡Ven! Y el que tiene sed ¡Venga! Y el que quiera tome del agua de la vida gratuitamente, dice Apocalipsis: 22: 17. Dígale Señor lléname, esto es vos y Dios, nadie entiende lo que pasa en tu corazón, pero vos sabes que todavía hay un vacío, que todavía hay un lugar que no le has entregado al Señor, vos sabes que a veces las dudas, los temores, tu carácter, te impide y queres forzar a Dios, que Dios haga esto, que a mí me gusta de esta manera, y Dios dice: no es de esa manera, es como yo quiero.
Ríndale al Señor su carácter, ríndale al Señor sus anhelos, ríndale al Señor tus temores, esa herida de tu corazón, ese orgullo; Señor yo sé que tú me has dado me ha dado habilidades, me has dado capacidades, pero hoy te lo quiero rendir a ti, porque me doy cuenta que con las habilidades y capacidades que creo tener y que se que me las has dado, no he podido avanzar, pero si te las consagro a tí sé que lo vas a multiplicar, o quizás vos te estás viendo y diciendo yo no sirvo para nada, y sabe una cosa, le voy a decir algo que dije por muchos años, Dios no invierte en fracasos, si Dios invirtió la sangre de su Hijo derramada en la Cruz por tu vida, y hoy estás aquí es porque eres de gran aprecio, de gran valor, de gran estima para el Señor, aunque el enemigo te diga no servís para nada, sos un inútil, sos fracasado, te quiero decir algo, para Dios sos más que importante; no aceptes lo que te dice el enemigo, lo que te dice el sistema, no acepte lo que te ha dicho tu familia, para “Dios eres importante”.
Pídale al Señor: Lléname de ti, pídale con sus palabras: Señor lléname con tu paz, llévate toda carga de mi corazón, todas estas luchas, no las quiero más Señor, quiero lo que sólo tú tienes para mí, tengo sed de ti Señor, tengo sed de tu amor, tengo sed de tu paz, tengo sed de tu consuelo, tengo sed de las cosas espirituales, tengo sed de lo eterno, porque lo temporal no me ha llenado nunca, los placeres de esta vida no me han llenado nunca, las rebeliones que yo he tenido nunca me han traído satisfacción, quiero probar de esa agua de vida, y una vez que la pruebes la vas a querer seguir tomando, quiero probar de esa paz que solo tú Cristo puede dar; y una vez que lo pruebes vas a querer más y más, te van a criticar, te van a señalar, te van a decir aleluya, te van a decir te están lavando el cerebro, decile que sí ¡Gloria a Dios! ahora tengo la mente de Cristo, ahora tengo paz, ahora tengo seguridad, ahora tengo libertad, ahora tengo propósito de vida, ¡¡¡Aleluya!!!
