Dice la Escritura que la Palabra de Dios viva es eficaz y más cortante que espada de dos filos, y que penetra hasta partir el alma, los tuétanos, las coyunturas y discierne las intenciones y los pensamientos del corazón.
Así que si el Espíritu Santo le habla, y alguna de las Palabras que hoy se van a soltar, afectan su vida; lo alegran, lo enojan, lo sacuden o lo dejan pensando, quiero que sepa que es Dios que escudriña las mentes y el corazón a través de la Palabra.
“La Palabra de Dios es eficaz”. Nunca la Palabra de Dios viene para entretener, sino que viene para: direccionar, consolar, sanar, para sacudir, para corregir, o simplemente para alertar, para estar preparado, para lo que Dios tiene para tu vida.
Isaías: 55: 8 – 13:
La Palabra nos dice bien claro, que los pensamientos que Dios tiene, y los caminos de Dios, son mucho más elevados que los nuestros; quizás estamos queriendo caminar en un nivel, y creemos que ese es el mejor nivel, creemos que eso es lo mejor: la mejor idea, la mejor decisión; quizás alguien hoy, está a por tomar una decisión en su vida, pero el Señor dice: “Yo tengo pensamientos que son más elevados que los tuyos”.
Dice la Palabra de Dios, que los pensamientos que Él tiene para nosotros, son pensamientos de bien y no de mal; para darnos TODO lo que estamos esperando!!!
Por eso dice también, “lo que temí me aconteció”. No sé que está esperando usted, con qué expectativa vino hoy, o si como dicen algunos: “Yo vi luz y entré”. No vine con ninguna expectativa, yo sé que los domingos tengo que venir y vine.
Yo espero que esos pensamientos cambien en estos segundos, y usted diga: “Señor habla, que tu siervo oye”. “Señor si vine simplemente en agradecimiento y para adorarte, ahora estoy disponible y dispuesto, para que hables a lo más profundo de mi ser, de mi corazón”.
Porque cuando Dios suelta la Palabra, su Palabra no volverá vacía; Dios nunca va a soltar una Palabra simplemente para alegrarte, o simplemente para corregirte, o simplemente para que te sientas cómodo. Dios siempre una Palabra con un propósito, y Dios tiene propósito con tu vida.
En esta mañana Dios te trajo, porque propósito, en esta mañana te conectaste porque Dios tiene propósito con tu vida; no estás de casualidad, no viniste de visita, no viniste porque estás acostumbrado a venir, sino que viniste porque Dios tiene pensamientos maravillosos para tu vida!!!
Y esos pensamientos y esos caminos, nos van a llevar a un nivel diferente. Dice: “Cómo son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos”. o sea que no son parecidos, hay una distancia abismal entre los caminos y los pensamientos de Dios, y nuestros caminos y nuestros propios pensamientos.
Porque como descienden del cielo la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riegan la tierra y la hacen germinar, y producir, y de semilla al que siembra y pan al que come, así será mi Palabra que sale de mi boca, no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero y será prosperada en aquello para que la envíe.
Cuando Dios envía su palabra, es para que produzca algo en nosotros; cuando Dios envía su Palabra es porque está queriendo producir algo en tu vida, en tu mente y en tu corazón.
A veces tenemos tanta cintura espiritual, que cuando viene la Palabra para nuestra vida, nos corremos y decimos: Es para él (El que está atrás) y si no tenemos esa cintura, decimos: qué lástima, que tal hermano/A no vino, era para él/ella la Palabra. si la estás escuchando vos, ¡¡¡Es para vos!!!
Por eso cada vez que leo la Biblia, no estoy pensando, que voy a predicar, sino qué es lo que Dios me está hablando a mí.
Testimonio: Una vez alguien vino y me leyó un pasaje Bíblico, – mire lo que dice este pasaje – Si lo veo, le dije – y le pregunto: ¿En qué Biblia lo leíste? – En la mía, respondió – entonces ese pasaje es para vos.
A veces le queremos acreditar a otro, lo que Dios nos está hablando a nosotros. Creemos que Dios nos habla, para que nosotros exhortemos a otros. Pero el primero que tiene exhortado, es que recibe la Palabra, cuando Dios le habla.
Hoy Dios me está hablando a mí, no sé si usted Dios le estará hablando, pero Dios me habla y me dice: Alberto, tus pensamientos están por debajo de mis pensamientos, tus caminos están por debajo de mis caminos, así que deja tus caminos, deja tus pensamientos, y elévate a mis caminos y a mis pensamientos.
Porque la Palabra que yo te voy a soltar hoy, es lo que Dios habla a mi corazón: “Va a dar fruto a ciento por uno, no va volver vacía”, sino que va a producir lo que tiene que producir en nuestras vidas.
Porque con alegría saldréis y con paz seréis vueltos, los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros y todos los árboles del campo darán palmadas de aplausos; Dios nos está diciendo que hasta la creación se va alegrar porque vos recibas la Palabra y la pongas por obra.
Porque la Palabra no es para tener la mente llena de conocimiento; la Palabra tiene que traer transformación y cambios a nuestra vida.
Piense en esto: Jesús era la Palabra, Jesús era el verbo, y cuando la Palabra vino, no vino solo para instruir a la gente de su tiempo, sino que vino para producir cambios en la vida de las personas; cada vez que la Palabra iba por algún lugar, cada vez que Cristo iba por algún lugar algo sucedía; había milagros, sanidades, liberaciones, y enojos también, porque había gente que le producía enojo la Palabra, porque la Palabra también produce eso.
Acuérdese cuando Pedro se levantó y predicó, se convirtieron 3,000, pero cuando predicó Esteban lo mataron. Se levantaron en contra de Esteban, porque produjo un enojo dentro de ellos, porque la Palabra estaba poniendo en evidencia sus faltas y pecados.
Acá dice que cuando recibimos la Palabra: Esa Palabra va a traer no solamente bendición sobre nuestras vidas, sino por donde vayas esa bendición llevarás; vas a tu casa con esta bendición, vas a tu trabajo con esta bendición, vas a tu negocio y llevas esta bendición, vas a un lugar de dolor y de angustia, pero vos sos portador de bendición; y Dios dice: “Te bendeciré con un propósito”.
A veces creemos que la bendición de Dios es simplemente para sentirnos bien, o porque la necesitamos; lógicamente Dios te va a bendecir primero a vos, pero el propósito es que vos te transformes en una bendición para otros.
Así que piense por un momento, si está siendo de bendición para otros, o cómo podemos ser de bendición para otros, algunos somos de bendición para otro, porque lo ponemos de rodillas todo el tiempo. Somos tan problemáticos que tienen que orar todo el tiempo por nosotros, así que le producimos Espíritu de oración. Algunos hijos, le producen Espíritu de oración, algunos esposos hacen que sus esposas oren todo el tiempo, algunas esposas también, lo hacen sudar al esposo y ora todo el tiempo.
Fíjese los frutos: En lugar de la zarza crecerá ciprés, en lugar de la ortiga crecerá arrayán, y será Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será arrancada!!!
Tu vida tiene que producir buenos frutos, tu vida tiene que ser un material tan importante, que todo el mundo quiera de lo que vos tenes, pero no tu humanidad, sino la vida de Cristo que ha sido depositada en tu corazón. Esa vida que trae: paz, gozo, sanidad, libertad.
Y como se que la Palabra de Dios es eficaz, sé que esta Palabra que estamos soltando y que vamos a soltar ahora, no volverá vacía.
Dios nos hizo toda está introducción para despojarnos de todo pensamiento, de todo pre-concepto, porque recuerde que cuando Naamán fue al profeta, estaba pensando: yo ahora voy con mí lepra, va a salir el profeta, va a levantar su mano e invocar a su Dios, va a poner la mano sobra la lepra y voy a quedar sano.
Tenía todo un pre-concepto del obrar de Dios, pero cuando Naamán se hizo anunciar, el profeta ni siquiera salió a verlo. Mandó al sirviente y le dijo: decile que se zambulla siete veces en el Jordán.
Y ese hombre, principal sirio, enojado dijo: Pero yo pensé esto, y aquello y lo otro, y este lo único que hizo, me mando a bañar, le dijo: anda a bañarte, y no una vez, siete veces; diga que siempre hay un sencillo hermano o hermana. Porque primeramente Naamán fue porque una sirvienta le dio el consejo a su esposa, que en Israel había profeta y que iba a traer sanidad, si él se la pidiera. Quizás no era tenida en cuenta, era una simple sirvienta, una esclava. Pero ella era portadora de una Palabra de Dios.
Por eso no importa la situación que te encuentres, no importa en el lugar que estés; brilla en el sitio donde estés.
Naamán emprendió su viaje, llego y se frustró porque todo lo que había pensado, y todos los tesoros que él creía que eran valiosos, no le sirvió para nada, porque el profeta ni siquiera lo recibió.
Menos mal que había un soldadito, otro más humilde, que le dijo: señor, si el profeta te hubiese mandado hacer algo grande, algo estupendo, algo difícil, para que seas sano de la lepra ¿No lo hubieras hecho?
A veces queremos eso nosotros; como dios te dice: Anda y perdona, ¡A noooo! Yo pensé que me iba a decir otra cosa más importante.
Como Dios te dice: Confía, ama, obedece; (a no yo pensé que tenía algo diferente). ¿Qué más sacrificio que morir al yo? ¿Qué más sacrificio que morir a nosotros mismos? – Lo que Dios me mande voy hacer. Quizás esté aquí pensando que tiene que ir a China a predicar y salir sin siquiera un pasaporte, porque Dios me v a llevar de una forma sobrenatural. y Dios dice: Nooo, es a tu vecino, no necesitas pasaporte, ni plata. Es a ese vecino que amas tanto, que si fuera posible orarías para que descienda fuego del cielo y caiga sobre el (Risas).
Mateo: 4: 23 – 24:
Yo no sé cuál es tu enfermedad hoy; puede ser física, moral, espiritual, financiera; pero una cosa si sé, que Dios no tiene problema con lo que te está atormentando, con lo que te está endemoniando,(Apóstol nos está diciendo que estamos endemoniados) – Yo no digo eso – pero la situación que estás viviendo te saca de tu cabal juicio, te perturba de tal manera, que parece que algo te tomó la mente; pueden ser los celos, la ira, la envidia.
Sé que si estás medio lunático, o si estás paralizado, no podes avanzar en tu vida espiritual, en tu vida familiar, en tu ministerio, no podes avanzar en las finanzas; avanzas tres pasos y retrocedes cinco.
El Señor dice qué todo lo puede sanar, y no solo eso, sino que dice que todo lo “SANO”, por eso su Palabra hoy no vuelve vacía, si estás recibiendo la Palabra, ye está produciendo el cambio, el milagro, la restauración, el amor, el perdón, la nueva visión de cómo hacer las cosas de ahora en adelante, ya está produciendo arrepentimiento para pedir perdón a aquél que has ofendido; porque eso te ha detenido.
Mire si hay algo que es muy pesado, en la vida de los creyentes, que a veces no lo sabemos, es la falta de perdón; seguimos y el otro que se arregle como pueda. Pero vos caminas y hay un peso, una mochila que no tenes que llevar, hay una circunstancia que no te deja vivir.
– Yo no puedo evitar que usted se enoje conmigo, lo que sí puedo evitar es yo estar enojado con usted-
Usted no puede evitar que la gente se enoje con usted, pero usted puede evitar estar enojado con la gente.
Si hoy recibe ese corazón perdonador. Si usted ya está incomodo en la silla, no es por la hora de reunión, es la Palabra que lo está haciendo poner incomodo.
La Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos, y penetra, conoce tus pensamientos.
Testimonio:
“Hace unos años atrás, alguien vino a pedirme oración, por sanidad, y cuando me pide oración por sanidad, el Espíritu Santo me dijo algo que nunca en todo el ministerio me había dicho: Me dijo, no le ores porque no la voy a sanar, wow dijo yo, Señor qué pasó??? Pero inmediatamente él me dijo, decile que ella sabe lo que tiene que hacer para quedar sana. Así que enseguida le dije: Usted sabe lo que tiene que hacer para quedar sana, se quedo pensando un momento y me dijo: bueno ore por mí, para que pueda hacer lo que tengo que hacer, y Dios me dijo: Ora por eso tranquilo, y le ore: Señor ayúdale a que haga lo que tiene que hacer para recibir tu sanidad.
Ahí quedó todo, se fue de la oficina, empezó la reunión, y en medio de la reunión veo que se levanta, se cruza hacía el otro lado, se abraza con un familiar, le pide perdón, y se va sana a su casa.
Yo me quedé asombrado por todo y después le pregunté al Señor, porque a veces hacemos cosas, porque Dios nos manda decir, pero no tenemos todo el conocimiento, de lo que estamos diciendo. Entonces le dije Señor, esto está bueno pero ¿Qué paso?
Y me dijo Dios: Esto es sencillo, si vos le orabas indiscriminadamente, Yo no la podía sanar, y se iba a ir pensando, que el que no tenía unción eras vos. –Cómo me oro el pastor y no me sané – Por eso no te permití orarle por sanidad, pero sí te permití orarle para que tuviera fuerzas para hacer lo que tenía que hacer. Y quedó sana inmediatamente”.
Hermanos muchas de las cosas que a veces vivimos y pasamos, no es porque Dios no quiera obrar, sino porque nosotros estamos en la postura, en un lugar donde Dios no nos quiere ver, y dios nos quiere ver “AHÍ”, y cuando te pones ahí, Dios obra. Por eso también nos habla de morir al yo.
Jesús es la Palabra, Jesús es eficaz, Jesús no ha cambiado, sigue siendo el mismo, ayer, hoy y por los siglos ¿Qué es lo que cambio? La gente cambio, la iglesia cambio, pero Jesús sigue siendo el mismo, los mismos milagros que hacía antes, está haciendo ahora.
El mismo que escuchaba al ciego Bartimeo que decía: Jesús ten misericordia de mí, está hoy aquí escuchando, esperando que clames; el mismo que escupió en tierra, hizo barro y unto los ojos del ciego, (Uno puede decir que asco) y quedó sano.
Pero hasta lo que parece despreciable del Señor, trae sanidad para el ser humano. A otro simplemente le dio una orden; a los diez leprosos les dijo: vayan y muéstrense al sacerdote,- pero si estamos leprosos – vayan y muéstrense al sacerdote, se fueron, y todos fueron sanados, pero uno solo volvió a darle la gloria y la honra al Señor; a otro ciego le dijo: anda a lavarte al estanque de Siloé, – no era más fácil que le ponga la mano y se sane- Me mandas al estanque, sabes cuánto voy a tardar en llegar al estanque, no te das cuenta que soy ciego – Al paralítico en el estanque de Betesda le dijo: ¿Quieres ser sano? Si pero no tengo quien me meta en el estanque ya hace un montón de años que estoy acá, “Levántate y anda” – pero no te das cuenta que soy paralitico, no puedo – No le contestó eso el paralítico. Le dijo: Levántate y anda ¿Qué hizo el paralítico? Se levantó.
Nosotros a veces recibimos las órdenes del Señor, y estamos ahí especulando haber como va hacer el Señor.
Cuando Pedro fue al Templo, vio a un hombre cojo de nacimiento, que pedía limosna, y le dijo: Míranos, como le estuvo atento, y se puso a mirarlos, se dio cuenta que tenía fe para ser sanado, porque no se puso a mirar a ver qué monedita le iban a dar, el dijo, si yo te doy una moneda, no te va a servir de nada, te van a seguir trayendo otra vez a la puerta del Templo a pedir limosna, por eso Pedro le dijo: no tengo plata ni oro, que te pueda sacar de esa situación, pero tengo algo mucho mejor, en el nombre de Jesús levántate y anda. Al instante se levantó.
Imagínese que estoy sentado; cuando el apóstol le dijo póngase de pie hermano, y está ahí como media hora para ponerse de pie; este hombre que estaba postrado desde toda su vida, cuando Pedro le dijo levántate y anda, y le extendió la mano, pegó el salto y se levantó.
Yo espero que usted esté atrapando los milagros, que esté determinando desde hoy, soy libre, tengo un corazón perdonador, soy fortalecido por el poder del Espíritu Santo, me declaro bendecido para bendecir, desde hoy se van los demonios que están en mi mente y mi corazón, se van los tormentos, las enfermedades, dejo de ser un lunático, para ser un hijo de Dios lleno del Espíritu Santo, dejo de estar paralizado, para caminar con Cristo.
Predicando el evangelio del Reino, Cristo predicaba, sanaba toda enfermedad, hasta la que te digan los médicos que esto es hereditario, “Yo corto ahora toda herencia, tenemos una nueva herencia desde que acepté a Cristo como Señor y salvador.
Soy nueva criatura, cree, cree, porque todo es posible. Empiece a disfrutar la nueva vida, como nueva criatura, las cosas viejas pasaron; los viejos berrinches pasaron, los recuerdos que te están angustiando, desde la infancia hace más de 50 o 60 años.
Te hirieron cuando tenías 5 o 6 años, porque te dijeron inútil, y seguís recordando eso, y no te deja avanzar, te tiene ahí paralítico o paralizado, pero acá dice la Palabra que ellos escuchaban que Jesús predicaba el evangelio del Reino; este es el evangelio del Reino: Salvación, sanidad, santidad, liberación, vida y vida abundante en Cristo Jesús.
Ese Cristo está aquí, está en ti, es un Cristo vivo, un Cristo de poder, no es religión es relación con Él.
Tus pensamientos y mis pensamientos, quizás no tengan nada que ver con Él, y tus caminos y mis caminos tampoco, los de Él son mucho más excelentes, más altos y elevados que los nuestros.
Tu forma de hacer las cosas, están a ras del piso, pero la forma que Dios tiene está por encima de las nubes, hermanos!!! Sabía usted eso?
Cuando Dios suelta una Palabra y encuentra una buena tierra donde cae la semilla, dice que va a dar fruto a 30, a 60 y a 100 por uno. Me gusta esa Palabra porque hay otro evangelio que lo dice a la inversa.
Algunos salen saltando como becerros de la manada, tomaron la Palabra al ciento por uno, pero al poco tiempo ya están al 30 o al 60, en lugar de ir creciendo, van decreciendo, te aconsejo que empieces de a poquito, pero nunca te detengas, sigas creciendo hacia la vida eterna; el camino del Señor es un camino de fe, de esperanza, es un camino de poner los ojos en Cristo y no mirar atrás, no mirar para los costados.
Pon tus ojos en Cristo, el autor y consumador de la fe, dice que por el gozo puesto delante de Él, empezó a mirar lo que estaba adelante, entonces no le importo la cruz, la vergüenza, los azotes, Él te estaba viendo hoy acá adorando y glorificando su nombre, Él sabía que hoy ibas a venir por eso no se bajo de la cruz, porque dijo, si yo me bajo de cruz ustedes no van a poder venir a adorarme, y se quedo en la cruz y dijo Padre perdónales porque no saben lo que hacen.
Verá el fruto de la aflicción de su alma, dice Isaías, y quedará satisfecho, quizás para usted no es importante que yo esté hoy aquí, pero él está mirando que yo soy el fruto de su sufrimiento, y dice: Ahora si estoy contento que lo veo a Alberto predicar, estoy contento porque lo veo Alberto leer la Biblia, estoy contento que me sigue a pesar de las luchas y los problemas, y te está mirando a vos, y está pronunciando tu nombre, y dice valió la pena por: Jonatán, por Mary, por Nancy, valió la pena este sufrimiento, para verte adorarme, para saber que vas a estás en mi casa todos los días que tengas posibilidad, vas a estar en mi casa para adorarme y glorificarme.
El salmista decía: Una cosa he demandado a Jehová, está buscaré, le demandé y me hice cargo, le demando Señor quiero estar en tu casa todos los días de mi vida, quiero estar en tu presencia, pero yo tengo que buscar de estar en su presencia.
Tómese un minuto con el Señor, un minuto en su presencia puede cambiar toda su vida, puede sacarte esa mochila que trajiste sobre tu vida hoy, o que venís cargando hace muchos años, puede cortar toda maldición generacional, los pactos que hicieron tus padres, tus abuelos, tus tatarabuelos y quién sabe aquellos que no hemos conocido, pactaron con satanás para que a vos no te vaya bien, pero vino Cristo, vino el mensaje de esperanza, el Cristo vivo, y dijo: yo voy a cortar, yo necesito uno en la familia que me acepte para cortar toda la maldición generacional que hay.
Él te escogió a vos, no es que no haya llamado a otros familiares, pero otros no le prestaron atención, pero vos si le prestaste atención, y Dios a través de tu vida quiere entrar en todo tu linaje, y tu decisión traerá bendición a tus hijos, a tus nietos, a tus bisnietos y a tus tataranietos, porque tu decisión le abre la puerta a Dios, a la salvación en Cristo Jesús, ese camino vivo y nuevo que Él trazó, el de la cruz para vos y para mí.
No trates de entenderlo todo, porque los caminos del Señor son más altos que los nuestros, sus pensamientos son más que los nuestros, este no es un camino de entendimiento, es un camino de fe, y cuando por la fe lo creo, después entiendo, porque dios no te va a dejar sin el conocimiento, pero no siempre Dios me hace entender para que yo le obedezca, Dios me hace obedecer para que yo lo entienda, y cuando le obedezco, luego lo entiendo, entonces disfruto de toda la plenitud de Dios.
Quizás no entiendas porque estás pasando hoy, lo que estás pasando, porque al principio del negocio es sufrir; cuando va a comprar algo está sufriendo y luchando con el vendedor por el precio, y usted piensa se da o no se da, me lo van a quitar, pero el fin del negocio, cuando usted ya posee lo que quiere y ya es suyo, usted está tranquilo, ya está confiado.
Quiero decirte algo para Cristo el fin del negocio ya está, “Consumado es” la obra ya está hecha; vos sufrís porque recién estás negociando, pero nooooo!!! Cristo ya murió, resucitó, ya te compro vida y vida en abundancia, él está sentado a la diestra del Padre, Él está por encima de todas las cosas, tiene un nombre que es sobre todo nombre, y viene pronto a buscar a su pueblo!!!
Dios ya envió su cura, así que reciba la cura, la sanidad, la libertad, la fortaleza, la prosperidad, reciba que se abren las puertas que están cerradas, reciba que ese trámite que está trabado se ha destrabado ahora, si usted recibe la Palabra.
Oración:
Levante su mano, haga un acto de fe, primero levantó la mano, lo segundo si es una enfermedad física pon tu mano donde tienes la enfermedad, donde tienes el dolor, porque Dios va a sanar toda enfermedad.
“Padre te doy gracias en esta hora, mira el acto de fe que cada uno ha hecho, por la Palabra que hemos recibido en esta hora, en el nombre de Jesucristo se sano, se libre, se destraba todo lo que está trabado, se restauran las vidas, las familias, proclamamos sanidad, libertad, en el nombre poderoso de Jesús!!! Amén, amén y amén!!!”
Cree todo es posible!!!
Ap. Alberto Gallo